INFORME Y PROPUESTA DE CREACION DE ZONAS VERDES
EN EL MUNICIPIO DE ALCANTARILLA.

1º. ANALISIS CRITICO DE LOS PARQUES, JARDINES Y AREAS DE ESPARCIMIENTO EN EL MUNICIPIO.

Conceptos generales.

Las circunstancias urbanísticas de Alcantarilla, están profundamente marcadas por la inexistencia de criterios de planificación y la influencia del desarrollo industrial de la zona en las últimas décadas. La ausencia de amplias zonas verdes es una consecuencia del aprovechamiento máximo del suelo para urbanización. Por otra parte la reducida extensión de las zonas ajardinadas, ha favorecido la intervención política de la administración local que, sin grandes esfuerzos en comparación con otros municipios, enlosaba, amueblaba, introducía contrastes en el diseño, etc... pasando a convertirse el elemento natural en un simple acompañante decorativo de los diseños arquitectónicos. Los vegetales utilizados en los jardines se convierten en materiales de construcción y los proyectos son extraordinariamente estrictos, y secos, la lógica todo lo invade, la esencia del paraiso latino se reduce al trazado cartesiano, la escena creacional se ha esfumado casi del todo (RUBIO Y TUDURÍ, 1981). Aplicar esta crítica a los mal llamados "jardines" de Alcantarilla ya sería un piropo, pues destacamos en este proceso, la evolución física de los jardines hacia la de plazas, o sea, en espacios carentes de edificios por lo que aseguramos la inexistencia de jardines municipales. A nuestro entender, ello favorece la sensación monótona del ambiente urbano, ya que las plazas mantienen la línea urbanística del resto del entorno no introduciendo elementos diferenciadores respecto a este.

Por estas razones: la dimensión y el diseño, entendemos que las plazas ajardinadas de Alcantarilla no responden a ciertas necesidades que de ellas se espera. La cuestión del diseño, es quizás más subjetiva, pero la extensión de parques, jardines o alamedas, está fijada por el artículo 25 del Reglamento de Planeamiento Urbanístico, en 5m2 por habitante, equivalentes a 18 m2 por vivienda para una familia de 3,6 personas.

Diseño y organización de las plazas ajardinadas.

Un elemento común a estos espacios es el enlosado de todas sus zonas accesibles, salvo aquellas consideradas específicamente como área de juegos en aquellos parques donde existen (por ejemplo Plaza de Campoamor). Sólo en una de las plazas municipales está ausente este elemento, en la Plaza de España. En todos ellos consideramos excesivo un elemento común: el diseño. Sin ánimo de introducir confusión hay que matizar esta afirmación. Tanto el diseño de sus elementos (mobiliario urbano, farolas, papeleras, parterres) como la distribución de ellos y las zonas ocupadas por vegetación y su situación, está planificada con criterios de simetría, claridad y otros conceptos estéticos convencionales, que no aportan la naturalidad y frondosidad que demanda el casco urbano del municipio, con el objetivo de romper la monotonía de lo edificado y acercar un conjunto de elementos naturales allí donde se demanda.

La presencia del agua en algunas plazas es todo un ejemplo de obra faraónica (ejemplo Plaza de Campoamor), y se da la circunstancia de que en algunas plazas ni siquiera existe surtidor de agua potable. La inclusión de grandes fuentes y la implantación de especies de césped con grandes requerimientos hídricos, es un paso erróneo, en el ejemplo que debe dar la administración de economizar este escaso recurso.

Es de destacar el esfuerzo realizado en la rehabilitación de la histórica Plaza del Olmo, pero a su vez cabe lamentar varios aspectos negativos:

- La especie escogida para reponer el hueco dejado por el árbol originario, no corresponde a la misma especie, y el que actualmente existe es un Olmo siberiano (Ulmus pumila), de porte, color y sombra muy diferente al Olmo castellano (Ulmus minor), que existía anteriormente y que es relativamente frecuente en las zonas periurbanas de la huerta. El argumento esgrimido en favor de la utilización de esa especie es su mayor resistencia a la cepa agresiva de grafiosis, que está atacando a olmos y olmedas de la península. Pero hay que considerar que esta plaza y su olmo, son tan importantes para la historia de Alcantarilla, que de sobra quedan justificadas las elementales medidas de detección, prevención y tratamiento de la enferrmedad, que tratándose de un solo árbol, no son en absoluto ni complejas ni caras (LANIER, 1990).

- La remodelación posterior supone un quebranto con el estilo anterior. El empedrado es un material clásico y con muchas posibilidades para mantener la idiosincrasia de esa plaza. El enlosado, los bancos, el surtidor de agua, las farolas y el parterre, son de diseños no acordes con el añejo significado de este simbólico rincón de nuestro pueblo.

- Desde hace años el barrio de San Pedro (y todo el municipio) precisa de un control urbanístico apoyado en ordenanzas municipales que preserven e incluso mejoren la tipología urbanística de calles, plazas y edificios antiguos. Por no existir un mínimo de control en este aspecto, dos nuevos edificios colindantes con la Plaza del Olmo, establecen fuertes contrastes con ésta, desvirtuando todo el conjunto.


Elección de especies.

Es este aspecto uno de los más discutidos a la hora de establecer un jardín. Ya se mencionó en un párrafo anterior, el grave error que puede suponer mantener diseños de jardines que implican un uso abusivo del agua, es por ello que nos resulta difícil entender el mantenimiento de praderas cespitosas compuestas por especies alóctonas que requieren riegos periódicos. Existen alternativas, fundamentalmente plantas de flor, setos en combinación con rocallas y arbustos aromáticos mediterráneos (RIVERA NUÑEZ, 1995). Hay varias especies alóctonas de reciente aparición en el panorama ornamental de muchas ciudades, son: Wasingtonia phillifera, Brachichiton populneum, Tipuana tipu, Ulmus pumila y Morus alba, de las que se abusa con frecuencia, en perjuicio del grupo de frondosas y coníferas de gran porte, y algunas de ellas autóctonas, como Ulmus minor (Olmo), Populus nigra (Chopo), Populus alba (Alamo blanco), Laurus nobilis (Laurel), Pinus Pinea (Pino piñonero o doncel), Salix alba (Sauce blanco), S. babylonica (Sauce llorón), Robinia pseudoacacia (Robinia), Melia azederach (Cinamomo), Ailanthus altissima (Ailanto), Celtis australis (Latonero), Juglans regia (Nogal), Morus nigra (Morera), Platanus a hispanica (Plátano), algunas de las cuales escasean en el interior del casco urbano, y que debieran ser utilizadas para la creación de arboledas multiespecíficas.

Otro importante apartado es el de las plantas aromáticas, que han sido sustituidas por híbridos comerciales de los viveros que suministran plantas al ayuntamiento. El criterio económico no debe prevalecer sobre el cultural, y en este caso los jardines debieran estar diseñados para ensalzar las virtudes aromáticas y ornamentales de estas especies, proporcionandoles una situación en el jardín adecuada a sus requisitos. Algunas plazas ajardinadas de este municipio (Vistabella y Callitas) cumplirían en parte el disponer de un diseño apto para la inclusión de estas especies, pero ello no ha sido tenido en cuenta en la elección de especies que se ha realizado.

Mantenimiento del arbolado y árboles singulares del municipio.

Las labores relativas a poda, tratamientos fitosanitarios y otros mantenimientos, son de gran importancia en el desarrollo del arbolado urbano. Es necesario que la administración local reconozca la importancia de los árboles como elementos configuradores de la calidad ambiental de dichos espacios y el mal uso que para ese fin se hace de ellos en la actualidad, ignorando los logros alcanzados por la cultura del arbolado urbano y, por otro, al mal trato que ocasionalmente reciben de muchos ciudadanos y, en especial, paradójicamente, de los servicios municipales que tienen encomendado su cuidado (MARTINEZ SARANDASES et al., 1992).

Algunos casos de podas improcedentes o incluso resultados de accidentes con la motosierra se manifiestan en una de las casuarinas del Jardín de Campoamor y el pino carrasco de la Plaza de la Constitución, que nada tienen que ver con una correcta gestión del arbolado.

La práctica del descabezado y el terciado en moreras y otras frondosas como técnica de poda suele ser excesiva e incorrecta, que da lugar a copas reducidas, deformadas, desproporcionadas con el tronco, compuestas por haces densos de chupones de longitud semejante que arrancan de los cortes; la estructura radial de dichas copas contrasta con la estructura ramificada gradual de las copas naturales desarrolladas al viento. La justificación de ciertos usos tradicionales, como el corte de las ramas para el ramoneo de rebaños de ganado ovino y caprino, es comprensible pero no prioritaria sobre la función ornamental del arbolado. Otra justificación popularmente aceptada es la necesaria claridad que se espera en las calles para la celebración de las fiestas de la localidad (paso de carrozas, etc...), argumento que se cae por su propio peso al comprobar que en otros municipios la presencia de grandes árboles es del todo compatible con el paso de grandes festejos (ejemplo. entierro de la sardina en Murcia, paseo de Alfonso X).

Troncos y ramas de muchos árboles están llenos de grandes lesiones producidas por cortes de ramas gruesas, chancros, madera descortezada, coloreada, descompuesta, podrida y ahuecada; sobre esta madera crecen los chupones, especialmente en extremos de muñones, que pueden dar lugar a ramas peligrosas, debido a la fragilidad de su inserción en tejidos debilitados por la podredumbre (HUBERT, 1989).

La "limpieza" en troncos de palmera para resaltar las lineas del tronco y su estética puede ocasionar el debilitamiento del tronco y por otra parte desvirtúa la estética natural de éste. A ello hay que añadir el impacto sobre grupos de aves nidificantes, especialmente de gorrión, verderón y verdecillo, que en la primera de las especies, no deja de criar por perder su nido en la corona de la palmera, sino que en ese caso busca otro emplazamiento como grietas y juntas de dilatación de edificios. Es preferible que se abandone esta práctica o, en caso de producirse, se realize en periodo invernal.

Curiosamente contrasta las intensas labores de mantenimiento de determinadas zonas arboladas, con la ausencia de labores básicas de mantenimiento en árboles singulares del municipio, ya desaparecidos o en vías de desaparecer. Es el caso de los siguientes:

- Uno de los dos Nogales americanos (Juglans nigra), del jardín de Cayitas, que se encuentra en mal estado y presenta casi un 40% de la copa seca, al parecer afectado por la alteración de su base , relleno de tierra para el jardín, compactación del terreno, construcción de un edificio próximo.

- Tala de los eucaliptos de la fábrica de Galindo. Eran estos los árboles de mayor porte presentes en el casco urbano.

- Tala de la morera de la acequia del turbedal. Con casi 40 m. de altura, era, cuanto menos, un árbol singular, y por su tamaño, de los más importantes del municipio. Su tala fue motivada por el entubamiento de la acequía realizado por la Confederación Hidrográfica del Segura, por el plan de mejora de infraestructuras de riego. Desde luego ello no era incompatible con el mantenimiento del arbolado. Aunque este entubamiento también motivó la destrucción de patrimonio histórico (puente de los soldados).

- Tala del pino canario y otros árboles en la Casa "Menárguez", en la Calle Mayor. El derribo de esta vivienda singular para la construcción de un edificio, también ha originado la tala de los pinos canarios (Pinus canariensis) más antiguos del municipio.

Es necesario prever meticulosamente el impacto sobre el arbolado existente, de las obras que supongan excavación para cimientos y construcciones subterráneas, ya que pueden producir desecación y bajada puntual del acuífero afectando a árboles aparentemente alejados.

Paseos arbolados

Hace unos años se desarrolló en el municipio una política de creación de arboledas en las calles que por sus circunstancias fuera posible. Desde luego era necesario, y en general se percibe un cambio espectacular en el paisaje urbano de Alcantarilla, a mejor. Pero el éxito de esta política, no quiere decir que no sea mejorable, que lo es. Con el único ánimo de hacer una crítica positiva y constructivista, consideramos lo siguiente:

- La implantación de especies de copa amplia como Tipuana tipu en calles y próxima a edificios, es un error, porque al desarrollar sus ramas en horizontal, pronto encuentra obstáculo al desarrollo de su copa, por lo que la planta tiende a inclinar su tronco hacia la zona más espaciosa, es decir, hacia el centro de la calle, llevando una buena parte de la copa hacia la zona de tránsito de vehículos. Ello implica actuaciones contundentes como el terciado de algunas de sus ramas, lo que a su vez origina desequilibrio entre copa y sistema radicular, negativos efectos estéticos y gasto innecesario en mantenimiento que se podía haber evitado con la elección de especies diferentes.

- Ni una sola de las calles arboladas lo ha sido con la intención de crear arbolado de gran porte, y anualmente todos los árboles son drásticamente podados. Nos consta que en ocasiones son algunos vecinos molestos, por esta u otra razón que no viene al caso, los que presionan al ayuntamiento para que no les planten el árbol en la puerta o que lo poden muy bajo para que las ramas no le quiten la visión de la calle. A falta de medios para evaluar el estado de opinión pública al respecto, nos da la impresión que se ha producido un cambio de actitud social frente a la presencia de los árboles, que en tan poco tiempo han ocupado tanto espacio en el municipio. En este sentido es conveniente destacar la nula oportunidad que han tenido vecinos y fuerzas sociales en participar proponiendo alternativas o sugerencias, ya que no existen cauces formales que sirvan, para que en caso de existir propuestas, puedan ser debatidas y contrastadas entre diferentes intereses.

- También es preciso recalcar la ausencia de muchas especies autóctonas o pertencientes al acerbo silvocultural murciano. La ausencia de especies como el Olmo común o castellano, el Plátano, el Sauce, Algarrobo, Higuera, el Almez o Latonero, la morera negra, el álamo blanco, y otras, es sencillamente, patética.


2º. PROPUESTA DE CREACION DE ZONAS VERDES Y MEJORA DE LA CALIDAD AMBIENTAL DEL MUNICIPIO.

En los tres primeros apartados se exponen objetivos referidos a los jardines del municipio de Alcantarilla, agrupados según la naturaleza de las acciones: ordenar y reformar, urbanizar y conservar y restaurar espacios arbolados.

En los dos últimos apartados se exponen propuestas concretas de creación de arboledas urbanas y periurbanas, y criterios generales para la ordenación de las zonas verdes en el planeamiento urbano del municipio.


Objetivos para ordenar y reformar espacios arbolados y jardines.

1. Concebir la ciudad para favorecer la implantación y desarrollo vigoroso de árboles de sombra y/o gran porte, en lugar de adaptar éstos a las limitaciones que normalmente se les impone en la ciudad.

2. Conservar todos los elementos arquitectónicos tradicionales y elementos del paisaje que puedan integrarse en el sistema de espacios urbanos y favorecer la diversidad de sus características, especialmente los retazos de huerta más próximos al casco urbano , los edificios antiguos, farolas, bancos y otros elementos similares integrados en el paisaje.

3. Facilitar el conocimiento de la naturaleza y de sus ciclos en el entorno inmediato, planteando el diseño urbano desde un sistema de valores que sea coherente con los procesos de cambio natural y con las posibilidades productivas del suelo; el diseño urbano con la naturaleza, no contra la naturaleza, permite desarrollar un medio con inmensas posibilidades didácticas para sensibilizar especialmente a los niños y jóvenes hacia formas de vida más consecuentes y respetuosas con los recursos naturales.

4. Asegurar la individualidad, diversidad y legibilidad de los espacios arbolados, con el fín de facilitar la orientación de las personas en la ciudad mediante la diferenciación formal, dimensional y cualitativa de cada espacio y la riqueza de sus componentes.

5. Humanizar los espacios arbolados, con el fin de hacerlos abarcables, recoletos y agradables; teniendo en cuenta que el bienestar de las personas empieza por el bienestar físico y que éste exige un acondicionamiento ambiental que permita disfrutar el máximo tiempo posible de los espacios abiertos en las mejores condiciones, para lo que será necesario: protegerlos de vientos molestos por su velocidad y temperatura, mediante edificios de altura reducida y árboles que evitan la incidencia del viento a nivel del suelo y la formación de turbulencias, protegerlos de la radiación solar y amortiguar las temperaturas de verano mediante cubiertas de árboles de sombra.

6. Evitar el uso de las zonas ajardinadas para la realización de actividades molestas o peligrosas (como explosión de tracas y petardos) y comerciales (como terrazas de bares, colocación de vallas y carteles publicitarios).

7. Proceder de forma prioritaria a dotar la calificación urbanística oportuna que asegure la protección de los espacios arbolados de huerta y secano, existentes en el municipio. Actualmente existen algunas de estas zonas muy próximas al centro del casco urbano en las que está previsto la edificación de viviendas. Es necesario invertir el proceso y proceder a una reforma urbanística global de todo el municipio.


Objetivos para urbanizar espacios arbolados

8. Proteger árboles y arboledas en los terrenos afectados.

9. Conceder la prioridad a soluciones de suelo coherentes con los procesos naturales que intervienen en el desarrollo de la vida en el medio urbano, como puede ser disponer de suelos permeables que facilitan la penetración de aguas superficiales en el terreno y minimizan las cargas en colectores y plantar comunidades vegetales autorrenovables que no exigen operaciones frecuentes de conservación y son soporte adecuado para el arbolado y la fauna urbana.

10. Utilizar elementos y materiales coherentes con las necesidades humanas, especialmente en lo que se refiere al arbolado, diferenciando las áreas de relleno y uso diferido de las áreas de uso intenso ; en éstas los árboles deben tener entidad suficiente para asegurar su utilidad y disfrute desde el momento de su plantación.


Objetivos para restaurar y conservar espacios arbolados

11. Localizar los árboles aislados que se encuentran en el casco urbano o en sus inmediaciones, y asegurar las condiciones necesarias para su óptimo desarrollo y valor ambiental como regulador climático, estático y productivo, suprimiendo las podas excesivas e incorrectas a que son sometidos normalmente de manera indiscriminada.

12. Mejorar las condiciones del suelo y redistribuir superficies según las necesidades que surjan del uso por los vecinos; la redistribución puede consistir en pavimentar terrizas de uso interno, consolidar senderos formados por el uso y, sobre todo, convertir pavimentos y terrizas sin uso en parterres de suelo vegetal que favorezcan el desarrollo de árboles o ampliar superficies "productivas" (huertos escolares en parques) a costa de áreas exclusivamente ornamentales.

13. Proteger raíces, troncos y ramas para minimizar los daños que puedan sufrir como consecuencia de obras de mantenimiento que se realicen en espacios públicos y fincas limítrofes.

14. Realizar campañas de difusión pública y capacitación para hacer conscientes a ciudadanos y profesionales de los efectos negativos que tienen las lesiones en los árboles y evitar éstas, especialmente las producidas por podas exgeradas e incorrectas.

15. Sistematizar la gestión del arbolado urbano siguiendo criterios de gestión forestal.

Propuesta de creación de zonas ajardinadas y arboladas.


16. Creación de un gran paseo arbolado en el centro del casco urbano, utilizando el trazado de las líneas de ferrocarril. Para ello se deberían emplear especies de gran porte y otras de sombra, combinándolas por su porte y por su carácter perenne o decíduo. Este paseo debiera partir desde el apeadero de viajeros del ferrocarril situado en el camino de los Romanos hasta un punto comprendido entre el puente de la CN-340 y la actual estación de ferrocarril. Utilizando el ramal en dirección a Murcia, este también debiera servir con el mismo objeto para la ampliación de lo que podría ser el gran parque que necesita y demanda el municipio. Este paseo debiera acoger el máximo de árboles que permitan la creación de una gran masa verde y el mínimo de elementos de diseño vanguardista que incrementen contrastes estilísticos. Del mismo modo, las áreas enlosadas o pavimentadas, en caso de existir, debe ser en la mínima extensión posible, dando prioridad a la disposición de superficies de terreno permeable al agua.

17. Conservación y gestión de los núcleos arbolados existentes en el municipio: Agua Salá, Algarrobar de los Cabezos de las Aguas y del Angel, todos los fragmentos de huerta existentes entre el casco urbano y la línea de ferrocarril.

18. Implantación de arbolado en la rambla del Potrox y rambla de las Zorreras, especialmente en las proximidades del camino y acueducto de los arcos. Esta última intervención precisaría la recuperación de los perfiles originarios de la rambla, retirando todos los materiales de relleno existentes.

19. Puesta en marcha del Programa de Recuperación Ecológica de Cañada Hermosa y conexión de esta zona con el casco urbano mediante dos caminos de tierra transitables a pie y revejetados en sus bordes. Estos serían:

- El Camino Viejo de Pliego, tomado inicialmente desde su origen en la zona del Potrox.

- Desde el Agua Salá, por la rambla de las Zorreras (previamente recuperada en todo su cauce), a enlazar con la vía pecuaria que procede de la Contraparada, a enlazar con la red de caminos existente en la zona y que permite llegar a la Rambla Salada (Término Municipal de Murcia).


Distribución y extensión de las zonas verdes.

20. Distribuir la superficie del suelo correspondiente en cada unidad de actuación a jardines y áreas peatonales (15 m2 por vivienda, según el artículo 10 del Anexo al Reglamento de Planeamiento) en el mayor número posible de áreas arboladas, compuestas por especies de gran porte, de hoja caduca, de las especies mencionadas en la página 2; en consecuencia, concebir estas zonas como áreas peatonales sombreadas y soleadas en invierno de superficie y diámetro superiores a 1.000 m2 y 30 m respectivamente (superficie y dimensión mínimas de jardines y áreas peatonales, según el artículo 4 del Anexo al Reglamento de Planeamiento) y computar en el conjunto de áreas, sólo la superficie que tenga acceso solar el 21 de diciembre a mediodía (hora de sombra arrojada más corta en el día del año que el sol proyecta las sombras más largas ); la aplicación de esta propuesta supondría que cada grupo de 67 viviendas puede disponer de un área arbolada.

21. Ordenar cada unidad de actuación alrededor de una gran superficie arbolada, con el fín de asegurar su disfrute a todos los vecinos en las mejores condiciones, facilitando el acceso, y por tanto, su frecuentación, haciendo extensivos al conjunto de la población los beneficios que producen en sus inmediaciones como reguladores climáticos, sobre todo en verano, al manener más baja la temperatura del aire. De esta manera cada nueva unidad de actuación ( que coincidiría con los planes parciales del Plan General de Ordenación Urbana ), debería estar dotada de pequeños nucleos arbóreos y compartir con otras unidades de actuación grandes superficies arboladas, equilibrando, si es preciso, la superficie obligatoria de zonas verdes comentada en el apartado anterior.

22. Buscar la coordinación con el Ayuntamiento de Murcia para crear y mantener zonas verdes conjuntas en el límite de ambos términos municipales. Para ello debiera preverse la posibilidad de utilizar los márgenes de la entubada acequia de barreras como alameda en toda su longitud, compatible con aquellos otros usos que no impliquen tráfico rodado; y la mayor superficie posible en el entorno del trazado de la Autovía Alcantarilla-El Palmar, en el supuesto de que se ésta se llegue a realizar.

 
 

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