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MEMORIA
RESUMEN DE LA ACTIVIDAD DE ANILLAMIENTO EN EL PARAJE DE LA CARRASCA. PARQUE
REGIONAL DE SIERRA ESPU„A.
Actividad
organizada por el grupo de Anillamiento de la Asociaci—n de Naturalistas
del Sureste.
Entidades participantes:
-Asociaci—n para la Protecci—n, Estudio y Defensa de Sierra Espu–a (APEDSE)
-Programa de Voluntariado en Espacios Naturales Protegidos de la Regi—n
de Murcia. Parque Regional de Sierra Espu–a.
-Delegaci—n Local en Alcantarilla de la Asociaci—n de Naturalistas del
Sureste.
Autor: Miguel Angel Nœ–ez.
e-mail:manh@serconet.com.
PROTOCOLO
DE TRABAJO
El planteamiento de esta actividad era generar informaci—n sobre los siguientes
aspectos:
- Composici—n de la comunidad de aves passeriformes que hacen uso del
bebedero de la Carrasca.
- Determinar el estatus de las diferentes especies que hacen acto de presencia
en este lugar, segœn las diferentes posibilidades: invernantes, en paso
prenupcial, nidificantes, juveniles, en paso postnupcial, sedentarios.
- Contrastar informaci—n sobre las estrategias de muda del plumaje de
las poblaciones de esta zona, con la informaci—n disponible en diferentes
publicaciones utilizadas habitualmente como referencia para el datado
de edad y sexo de individuos analizados en vivo.
El proceso consta de dos partes esenciales: procedimiento de captura y
estudio de las aves en mano.
Procedimiento de captura.
Se ha instalado en el entorno de la balsa de la Carrasca un conjunto de
redes japonesas (redes verticales de nylon), para cuyo uso y tenencia
se cuenta con autorizaci—n segœn el certificado de aptitud para el anillamiento
y marcado de aves silvestres concedido por la Direcci—n General de Conservaci—n
de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente (n¼ de anillador: 430039).
El conjunto de redes ha sido instalado de la siguiente manera:
- Bateria de dos redes de 18 m. lineales (en total 36 m. lineales) en
el exterior y zona inferior y lateral del actual cercado del comedero
de Arrui.
- Una red de 12 m. lineales entre la balsa y el cercado mencionado, en
el interior de un pasillo entre la vegetaci—n arbustiva de Rosa sp. y
Juncus sp.
- Ocasionalmente se ha instalado una red de 18 m. lineales en el interior
del cercado del comedero de Arrui, que solo se ha mantenido durante 6
horas.
Una vez que las redes han estado "funcionando" las aves capturadas se
han trasladado hasta la mesa de anillamiento directamente en la mano,
o bien si eran varios individuos, en bolsas colectoras individuales de
algod—n.
EL conjunto de redes se ha cerrado durante el medio d’a para evitar su
funcionamiento durante posibles golpes de calor que pudieran causar molestias
imprevistas en aves estresadas.
Estudio de las aves en mano.
Anillamiento. Se ha seguido la recomendaci—n del Centro
de Migraci—n de Aves de la Sociedad Espa–ola de Ornitolog’a, para el uso
de los diferentes modelos de anilla para cada especie. Cuando el ave ya
estaba anillada se ha considerado recaptura si el anilla era de nuestra
serie. Si el ave portaba un anilla que no correspond’a a las usadas por
nosotros se ha considerado control, y en estos casos se han comunicado
los datos obtenidos a la oficina de anillamiento del Ministerio de Medio
Ambiente. .
Determinaci—n de especie. Debido a las caracter’sticas de
las especies objetivo son f‡cilmente diferenciables las especies que componen
la comunidad estudiada. No obstante siempre se ha contado con bibliograf’a
de consulta para aclarar este y otros aspectos.
Datado de edad. B‡sicamente se ha intentado diferenciar
j—venes de adultos, pero en algunos casos ha sido posible precisar con
m‡s detalle. La distinci—n entre unos y otros, es posible realizarla atendiendo
a los criterios de estado de muda (segœn la estrategia de muda del plumaje
de cada especie), coloraci—n del iris, medidas biomŽtricas y neumatizaci—n
craneal (aunque este criterio no lo hemos utilizado por el momento). Se
han aplicado los c—digos de edad propuestos por EURING. Este c—digo numŽrico
est‡ basado en los a–os calendarios, de manera que el uno de enero todos
los c—digos pasan a un nivel superior. Los nœmeros pares corresponden
a edades inciertas ( tanto m‡s cuanto menor sea el c—digo) y los impares
corresponden a edades exactas conocidas.
0 Edad desconocida
2 Ave desarrollada, capaz de volar, de edad incierta. No excluye el presente
a–o.
4 Nacida antes del a–o actual, pero se desconoce el a–o.
6 Nacida antes del pasado a–o calendario, pero se desconoce en que a–o.
8 Nacida antes del antepasado a–o calendario, pero se desconoce el a–o.
1 Pollo. Ave incapaz de volar por s’ misma.
3 Ave de primer a–o. Nacida el presente a–o.
5 Ave de segundo a–o. Nacida el a–o anterior.
7 Ave en su tercer a–o.
9 Ave en su cuarto a–o.
Datado de sexo.
El datado
de sexo se ha realizado atendiendo a tres criterios principales:
Dimorfismo sexual: Algunas especies presentan diferencias de plumaje entre
ambos sexos, en el caso de los individuos adultos. Diferenciar j—venes
que aœn no han realizado la primera muda completa, respecto a las hembras
adultas, suele ser conflictivo, especialmente a principios de primavera.
Aunque esto sea origen de error en el datado de algunas especies, se reduce
utilizando la bibliograf’a de referencia para distinguir estos casos especiales.
En el caso de adultos, la posibilidad de error es ’nfima, exceptuando
las especies que no presentan un marcado dimorfismo.
Placa incubatriz: la desarrollan muchas aves para incubar mejor la puesta,
lo que supone un importante cambio fisiol—gico, con la pŽrdida de plumas
de parte de la superficie ventral y un aumento considerables de irrigaci—n
sangu’nea en esa zona. La piel se engrosa y adquiere una apariencia muy
arrugada. Generalmente la incubaci—n la realizan las hembras. Aunque en
algunas especies el macho tambiŽn ayuda a la hembra en la incubaci—n,
la placa que desarrollan los machos no est‡ tan desarrollada.
Protuberancia cloacal: la diferencia de la cloaca entre sexos, solamente
durante la Žpoca de cr’a, es un criterio de referencia que se utiliza
para apoyar otros criterios. Muy pocas veces se captura un adulto, especialmente
los machos, con la cloaca lo suficientemente hinchada que indique el estado
de celo. No obstante la diferencia se basa en que la cloaca de los machos
es m‡s pronunciada que la de las hembras, y en algunos gŽneros est‡ rodeada
de una corona de plumas que protegen la genitalia durante la c—pula.
Medidas biomŽtricas
Este apartado tiene una especial utilidad para diferenciar edad y sexo.
El objetivo de esta toma de datos es obtener muestras representativas
que nos permitan comparar las poblaciones de esta zona con las de otros
lugares donde tambiŽn se estŽ realizando algœn seguimiento similar.
- Medici—n del ala. Se realiza la medici—n de la cuerda m‡xima para lo
que se empela un regla con un tope al cero. Sin separar el ala del cuerpo,
se dispone el ala encima de la regla y, con los dedos, se enderezan todas
las plumas eliminando las curvaturas laterales y superficiales del ala.
- Medici—n de la tercera primaria. Esta medici—n se realiza para evitar
sesgos derivados de la variabilidad entre anilladores. Se mide esta pluma
porque es la m‡s larga en la mayor’a de los passeriformes, y por tanto
la m‡s representativa del tama–o alar. Se utiliza una regla especial ,
con un clavo en el cero de un di‡metro de 1,4 mm.
- Medici—n del pico. Se utiliza un calibre con precisi—n de 0,05 mm. Esta
medida es œtil en la distinci—n de sexos de Loxia curvirrostra. Adem‡s
complementa la matriz de medidas de cada especie. La medida que se realiza
es la longitud desde el cr‡neo.
- Medici—n del tarso. Junto con la medida del pico es una medida representativa
del sistema —seo del ave. TambiŽn se utiliza el mismo calibre.
- Medici—n de la cola. Con una regla de pl‡stico flexible, se coloca entre
las rectrices y las coberteras infracaudales.
Escribano
montesino
RESULTADOS
Desde el a–o 1999 hemos realizado un total de 7 jornadas de muestreo.
En la tabla 1 se muestra los resultados globales de estos muestreos.
Tabla 1. Resultados globales de anillamiento de aves en la Carrasca y
participaci—n de voluntarios.
Fecha
|
Capturas
|
Recuperaciones
|
Participantes
|
18.09.99
|
14
|
|
9
|
19.09.99
|
12
|
5
|
9
|
26.03.00
|
23
|
3
|
10
|
14.10.00
|
11
|
1
|
15
|
15.10.00
|
16
|
3
|
15
|
17.03.01
|
39
|
5
|
10
|
18.03.01
|
24
|
8
|
10
|
Las fechas establecidas para el muestreo coinciden con las Žpocas de climatolog’a
m‡s favorable: primavera y oto–o. En la columna recuperaciones se incluyen
controles de aves anilladas por otro anillador, pero segœn parece han
sido anilladas en esta misma zona. Comparando el volumen de capturas entre
las fechas de primavera y oto–o resulta que es mayor la actividad durante
primavera. Sin embargo, por comprobaci—n personal otra Žpoca en la que
el bebedero de la Carrasca es intensamente visitado por las aves es en
invierno, donde se concentran numerosas aves de especies invernantes como
Zorzal charlo, Zorzal Alirrojo y Mirlo capiblanco.
Los resultados obtenidos por especies, se representan en la tabla 2, ordenados
segœn su estatus principal en la Regi—n de Murcia.
Tabla 2 . Resultados agrupados por especies
Familia.Especie
|
|
|
|
Turdidae
|
|
Aves
anilladas
|
Estatus
en la Regi—n de Murcia.
|
Phoenicurus
phoenicurus
|
Colirrojo
real
|
1
|
Migratorio
|
Phoenicurus
ochruros
|
Colirrojo
tiz—n
|
1
|
Sedentario.
Invernante
|
Erithacus
rubecula
|
Petirrojo
|
6
|
Invernante.
Sedentario.
|
Sylvidae
|
|
|
|
Phylloscopus
collybita
|
Mosquitero
comœn
|
2
|
Invernante.
Migratorio.
|
Muscicapidae
|
|
|
|
Ficedula
hypoleuca
|
Papamoscas
cerrojillo
|
2
|
Migratorio.
Estival.
|
Paridae
|
|
|
|
Parus
ater
|
Carbonero
garrapinos
|
20
|
Sedentario
|
Parus
caeruleus
|
Herrerillo
comœn
|
1
|
Sedentario
|
Parus
cristatus
|
Herrerillo
capuchino
|
13
|
Sedentario
|
Parus
major
|
Carbonero
comœn
|
6
|
Sedentario
|
Fringillidae
|
|
|
|
Fringilla
coelebs
|
Pinz—n
vulgar
|
9
|
Sedentario
|
Loxia
curvirrostra
|
Piquituerto
|
28
|
Sedentario
|
Carduelis
chloris
|
Verder—n
|
4
|
Sedentario
|
Serinus
serinus
|
Verdecillo
|
7
|
Sedentario
|
Emberizidae
|
|
|
|
Emberiza
cirlus
|
Escribano
sote–o
|
10
|
Sedentario
|
Emberiza
cia
|
Escribano
montesino
|
29
|
Sedentario
|
|
|
|
|
TOTAL
|
Especies: 15
|
139
|
|
Recapturas
y controles
|
|
24
|
|
De
la tabla 2 se desprenden dos conclusiones principales, la abundancia
de las familias Paridae, Fringillidae y Embericidae, y la relativa
escasez de las familias Turdidae y Sylvidae. Esto es debido a que
las especies de estas tres familias pertenecen a los principales grupos
de aves forestales: carboneros, herrerillos, escribanos, piquituertos,
pinzones, etc... A su vez todas estas especies, que constituyen la
mayor’a, tienen en comœn el presentar una dieta mixta de insectos
y semillas, en mayor o menor grado, segœn la especies que se trate.
Llama especialmente la atenci—n la ausencia absoluta de las diferentes
especies de currucas que se pueden presentar en la vegetaci—n arbustiva
de monta–a (especialmente Sylvia undata y S. melanocephala).
|
Piquituertos
jóvenes
|
El an‡lisis
global de la edad es un instrumento adecuado para analizar la supervivencia
y el reemplazo de individuos. Sin embargo, no es posible por el momento,
hacer un an‡lisis riguroso de este aspecto, pues lo m‡s acertado ser’a
hacer este tipo de an‡lisis por a–os, y ello no es posible por el escaso
nœmero de muestreos.
En el gr‡fico 1 se ha representado la proporci—n de edades del total de
aves capturadas que se ha podido determinar. Si se agrupan las cuatro
categor’as en las dos m‡s b‡sicas, es decir, los adultos (dos a–os o m‡s)
constituye el 70 % y los j—venes ( 1 y 2 a–os) constituye el 28 %.
En la tabla 3, se representa siguiendo el c—digo Euring, los resultados
de las diferentes edades determinadas al anillar, en los que destacan
la abundancia de j—venes de Piquituerto (Loxia curvirrostra) y Escribano
montesino (Emberiza cia), que a la vez constituyen las especies dominantes
del conjunto de la comunidad de aves passeriformes que utilizan el bebedero
de la Carrasca.
Tabla 3. Distribuci—n de edades por especies al anillar.
Especie
|
|
Edad
3
|
Edad
5
|
Edad
4
|
Edad
6
|
Carduelis chloris
|
4
|
|
|
4
|
|
Phoeincurus phoenicurus
|
1
|
1
|
|
|
|
Phoenicurus
ochruros
|
1
|
|
|
1
|
|
Emberiza cia
|
29
|
6
|
3
|
11
|
7
|
Emberiza cirlus
|
10
|
|
1
|
5
|
1
|
Erithacus
rubecula
|
6
|
1
|
2
|
2
|
1
|
Ficedula hypoleuca
|
2
|
1
|
|
|
1
|
Fringilla
coelebs
|
9
|
1
|
2
|
5
|
|
Loxia curvirrostra
|
28
|
6
|
6
|
12
|
2
|
Parus ater
|
20
|
|
7
|
13
|
|
Parus caeruleus
|
1
|
|
1
|
|
|
Parus cristatus
|
13
|
|
1
|
8
|
3
|
Parus major
|
6
|
|
1
|
5
|
|
Phylloscopus
collybita
|
2
|
|
|
2
|
|
Serinus serinus
|
7
|
|
|
7
|
|
TOTAL
|
139
|
16
|
24
|
75
|
15
|
En el gr‡fico 2 se representa la proporci—n entre sexos del total de aves
adultas anilladas. Se observa una ligera diferencia de machos frente a
hembras, lo que se interpreta como una mayor actividad de estos, no obstante,
esta diferencia no es grande y pueda deberse a errores de determinaci—n
en especies con escaso dimorfismo sexual. En la tabla inferior se presenta
el nœmero de machos y hembras determinados en los tres a–os. Se comprueba
que la mayor diferencia entre sexos se obtiene en el presente a–o, debido
a que aœn no se ha realizado muestreo en oto–o. La gran abundancia de
machos, especialmente p‡ridos y la escasez de hembras, se explica en la
mayor actividad de estos fuera del nido.
A–o
99
|
A–o
2000
|
A–o
2001
|
Machos
|
Hembras
|
Machos
|
Hembras
|
Machos
|
Hembras
|
9
|
8
|
22
|
18
|
31
|
18
|
En la tabla 4, se representa la distribuci—n de sexos por especies y se
comprueba en las especies m‡s abundantes cierta similitud en cantidad
de individuos, exceptuando el Carbonero garrapinos (Parus ater).
Tabla 4. Distribuci—n de sexos por especies al anillar
Especie
|
Machos
|
Hembras
|
Indeterminados
|
Carduelis
chloris
|
2
|
2
|
|
Phoenicurus
phoenicurus
|
1
|
|
|
Phoenicurus
ochruros
|
1
|
|
|
Emberiza
cia
|
14
|
9
|
1
|
Emberiza
cirlus
|
2
|
4
|
2
|
Erithacus
rubecula
|
2
|
|
Ficedula
hypoleuca
|
1
|
|
|
Fringilla
coelebs
|
3
|
5
|
|
Loxia
curvirrostra
|
11
|
14
|
|
Parus
ater
|
14
|
2
|
|
Parus
caeruleus
|
1
|
|
Parus
cristatus
|
3
|
2
|
6
|
Parus
major
|
3
|
3
|
|
Phylloscopus
collybita
|
|
2
|
Serinus
serinus
|
3
|
4
|
|
En la tabla 5 se analiza el dimorfismo sexual de las dos especies principales
de la comunidad. La determinaci—n de sexos de estas especies se realiz—
por diferencias del plumaje, por lo que las medidas biomŽtricas obtenidas,
constatan la diferenciaci—n realizada. Existe cierto grado de solapamiento
en las medidas especialmente debido a la inclusi—n en el an‡lisis de machos
j—venes.
Tabla 5. Diferenciaci—n morfol—gica entre sexos de las dos especies m‡s
abundantes, a partir de las medidas de la tercera primaria
Emberiza
cia. 3¼ P
|
Loxia
curvirrostra. 3» P
|
|
Hembras
|
Machos
|
Hembras
|
Machos
|
Media
|
59,99
|
62,90
|
71,59
|
74,22
|
Desvest
|
1,37
|
2,78
|
2,02
|
1,40
|
RESULTADOS DEL MUESTREO DEL SABADO 17 Y DOMINGO 18 DE MARZO DE 2001
Con el fin de justificar la actividad de voluntariado de Espacios Naturales
realizada en esta fecha, se presenta el resumen estad’stico de esas dos
jornadas y el listado de voluntarios participantes.
Resumen estad’stico.
Especie
|
S‡bado
17
|
Domingo
18
|
Herrerillo
capuchino
|
6
|
4
|
Carbonero
garrapinos
|
12
|
5
|
Herrerillo
comœn
|
1
|
|
Carbonero
comœn
|
1
|
|
Piquituerto
|
6
|
10
|
Pinz—n
vulgar
|
5
|
|
Verder—n
|
2
|
|
Verdecillo
|
1
|
|
Petirrojo
|
|
1
|
Escribano
sote–o
|
2
|
1
|
Escribano
montesino
|
3
|
2
|
C—digo
Edad
|
N¼
individuos
|
4
|
6
|
5
|
17
|
6
|
36
|
Indeterminados
(2)
|
3
|
Machos
|
31
|
Hembras
|
16
|
Con
Placa Incubatriz
|
12
|
En
gestaci—n
|
3
|
J—venes
e indeterminados
|
13
|
Controles
de aves anilladas por otro anillador
Anilla
|
Especie
|
Edad
|
Sexo
|
Fecha
|
Hora
|
AG7013
|
Parus ater
|
4
|
|
17.03.01
|
8,15
|
AG7001
|
Parus
ater
|
4
|
|
17.03.01
|
8,35
|
2
778538
|
Emberiza
cia
|
4
|
|
17.03.01
|
13,10
|
V035000
|
Loxia
curvirrostra
|
6
|
M
|
18.03.01
|
8,30
|
AG7094
|
Parus cristatus
|
4
|
|
18.03.01
|
9,30
|
AG7033
|
Parus cristatus
|
4
|
|
18.03.01
|
9,30
|
AG7035
|
Parus ater
|
4
|
M
|
18.03.01
|
10,10
|
AG7016
|
Parus ater
|
5
|
|
18.03.01
|
10,10
|
AG7120
|
Parus ater
|
4
|
|
18.03.01
|
12,05
|
Respecto a esta œltima tabla cabe resaltar la alta proporci—n de aves
anilladas por otro anillador que desconocemos. Por otra parte estos datos
ser‡n enviados a la Oficina de anillamiento del Ministerio de medio Ambiente,
para conocer el anillador y otros datos: lugar, fecha, medidas biomŽtricas,
edad y sexo en el momento de anillar.
Participantes.
Wilmer A. Arias Ruiz; Emigdia Morote Garc’a; Leyla Constanza Rios; JosŽ
Enrique Mart’nez Torrecillas; JosŽ Mar’a Candel Soto; Mari Carmen Valverde
Esp’n; Ana Hern‡ndez Guirao; Miguel Angel Nœ–ez Herrero; Raquel Mart’n-Serrano
Mata y Soledad Mart’n-Serrano Mata; Rom‡n Lorenzo Torrente; Antonio Aldeguer
Montiel.
DISCUSION DE LOS RESULTADOS DEL SEGUIMIENTO DE AVES PASSERIFORMES DE LA
CARRASCA. PROPUESTAS DE GESTION.
La comunidad de aves que utilizan el bebedero de la Carrasca, en Sierra
Espu–a, est‡ compuesta mayoritarimente por p‡ridos (carboneros y herrerillos),
fring’lidos (piquituertos y pinzones) y ember’zidos (escribano montesino
y sote–o), existiendo ligeros cambios estacionales en el cambio de la
comunidad. En invierno adem‡s de observarse las mismas especies aparecen
otras nuevas con estatus invernante: Zorzal charlo, zorzal alirrojo, mirlo
capiblanco, mosquitero comœn/ibŽrico, acentor comœn y alpino (ocasional).
Adem‡s algunas especies observadas en este piso altitudinal de la sierra
no han sido detectadas mediante anillamiento como es el caso del trepador
azul y el agateador comœn. No parecen formar parte de la comunidad de
aves estudiada las especies del gŽnero Sylvia (currucas), aunque por observaciones
propias si son reproductores habituales en alturas inferiores (Sylvia
cantillans y S. melanocephala) y en todos los pisos altitudinales de la
sierra (Sylvia undata), que no han sido detectadas en el ‡rea de estudio
ni mediante el anillamiento, ni mediante otras mŽtodos (escucha y observaci—n),
lo mismo sucede con Aegithalus caudatus (Mito) que si bien es muy abundante
en la zona, hasta el momento no ha sido anillado en el ‡rea ni observado
en el bebedero.
El h‡bitat circundante del bebedero parece influir en las caracter’sticas
del tipo de comunidad que hace uso de Žl. As’ el h‡bitat actual se caracteriza
por:
- Ausencia de un estrato arbustivo que recorra el barranco desde el nacimiento
hasta el interior de la masa forestal. Actualmente la œnica vegetaci—n
son juncos y unos pocos rosales, en el interior del cercado existe un
peque–o seto de zarzas. Por extensi—n y por composici—n espec’fica consideramos
insuficiente este estrato para el uso por las aves. Es necesario crear
un franja de vegetaci—n que incluya las siguientes especies: Rubus ulmifolius,
Rosa canina, Crataegus monogina, Rhamnus alaternus y Viburnum tinus, que
conecte la zona del nacimiento de agua, la balsa, el cercado y la masa
forestal que se encuentra m‡s abajo. Esta franja debe dejar zonas despejadas
de vegetaci—n en su interior y en estos claros debe existir agua de forma
m‡s o menos permanente, adem‡s esta franja ha de estar convenientemente
protegida mediante un cercado respecto a la presencia del Arrui.
- Vegetaci—n arb—rea de caducif—lios, especialmente el nogal y el serbal
que est‡n en el interor del cercado, constituyen la principal v’a de entrada
de las aves que utilizan el bebedero. Destaca la cantidad de hijuelos
de olmo (ulmus minor) que es otro componente principal de la vegetaci—n,
pero por la presi—n del arru’ no llega a desarrollar estrato arboreo de
importancia. Como actividad de voluntariado, en octubre de 2000, se realiz—
una plantaci—n m‡s o menos simb—lica de carrasca y quejigo principalmente,
adem‡s se transplantaron varios pies de cerezo de los que crecen en las
proximidades. La participaci—n del voluntariado es un factor de interŽs
para realizar mejoras del h‡bitat en el ‡rea de la Carrasca y se pretende
continuar con el apoyo de voluntariado realizando tareas que mejoren especialmente
las condiciones del arbolado, as’ se pretende realizar las actividades
siguientes:
Protecci—n mediante cercado de los pies de olmo mejor desarrollados.
Podas de mantenimiento de los peque–os setos de olmos y retirada de ramas
secas o afectadas por scolytus sp.
Riego de mantenimiento de la plantaci—n realizada en octubre de 2000.
En cuanto a investigaci—n, la principal conclusi—n que resulta del seguimiento
realizado es que la escasez de muestreos realizados anualmente impide
interpretar con m‡s rigor las caracter’sticas ecol—gicas de la ornitocenosis
estudiada. As’, los aspectos principales que se podr’an concocer, son:
- La productividad anual de cada especie.
- Medir la tasa de recambio de la comunidad entre las cuatro estaciones
del a–o.
- Localizar las zonas de reproducci—n m‡s proximas de cada especie.
- Establecer la fenolog’a de las especies migratorias, invernantes y estivales.
Debido a las limitaciones propias de esta actividad, que se piensa mantener
con dos actividades anuales (primavera y oto–o) no es posible cubrir estos
objetivos por el momento, sin embargo la situaci—n de este lugar, las
circunstancias negativas de otros bebederos tradicionales de la sierra
y la disponibilidad de la casa, hacen pensar en la potencialidad de la
Carrasca para establecer una estaci—n ornitol—gica permanente, y su inclusi—n
en los mecanismos de gesti—n m‡s apropiados (ZEPA y PRUG).
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