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¿CÓMO
SON LAS CANTERAS ROMANAS?

A
unos 4 kilómetros de Cartagena se encuentra la pedanía de
Canteras, cuyo sólo nombre indica claramente la actividad antrópica
secular que la ha marcado poderosamente. Es precisamente aquí donde
se encuentra el Sitio Hist—rico "Canteras Romanas de Canteras".
Desde
el punto de vista geológico las canteras explotan una formación
miocena de areniscas calcáreas bioclásticas bien estratificadas
y de suave buzamiento hacia el norte. Las calcarenitas constituyen un
afloramiento que se extiende unos siete kilómetros en sentido este-oeste
al norte de la poblaciñon de Canteras y se encuentra rodeado de
terrenos cuaternarios.
La
acci—n de los agentes erosivos, agua y viento principalmente, han creado
curiosas formas en las paredes de las canteras. Algunas hoquedades son
utilizadas por la fauna silvestre para ubicar sus nidos, como ocurre con
el Cern’calo o el Mochuelo.
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A
pesar de la escasa calidad de la roca y su f‡cil alteraci—n, los
romanos utilizaron grandes bloques de areniscas procedentes de estas
canteras, debido sobre todo a que pod’an trabajarlas f‡cilmente,
para la construcci—n de edificios diversos, como ha podido constatarse
en los muros inferiores de bajo pavimento augśsteo de la calle del
Duque en Cartagena (s.II a. C.) o los grandes bloques de la muralla
bizantina de la calle Soledad (s. VI).
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Los
materiales cer‡micos encontrados en la zona han sido encuadrados entre
los siglos II a.C. y II d.C., pero la explotaci—n de las canteras continu—
tambiŽn posteriormente, habiŽndose utilizado materiales procedentes de
las mismas en la construcci—n de edificios de diversas Žpocas, como la
Catedral Ant’gua, llegando su explotaci—n hasta casi nuestros d’as.
El
vertido de escombros durante las dŽcadas de los 70 y 80 acab— con varias
de las canteras existentes, y a punto estuvo de sepultar tambiŽn las que
han sobrevivido hasta nuestros d’as.
Aunque
presionadas en su parte sur por el crecimiento urban’stico, las
canteras se encuentran parcialmente ocupadas, y en gran medida rodeadas,
por cultivos tradicionales de secano (almendro y algarrobo principalmente),
que conservan el paisaje tradicional caracter’stico durante muchos
siglos en la zona, y tambiŽn buena parte de su flora y fauna asociadas.
Las diversas alturas y formas de sus cantiles, parcialmente ocupados
por la vegetaci—n natural, les proporcionan adem‡s una gran monumentalidad
y belleza paisaj’stica.
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IMAGEN
PANORÁMICA DE LAS CANTERAS ROMANAS
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